Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE, formó parte del reducido grupo de asesores y dirigentes que Pedro Sánchez reunió en La Moncloa para preparar la estrategia ante la inminente crisis provocada por la trama de corrupción conocida como el ‘caso Koldo’. La reunión tuvo lugar apenas dos días antes de que se hiciera público el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que implicaba a varios excolaboradores del Gobierno.
Según fuentes conocedoras del encuentro, Cerdán iba a ser uno de los encargados de contrarrestar las acusaciones “página por página”, en un intento por controlar el daño político. Sin embargo, la situación dio un vuelco cuando se confirmó que él mismo aparecía mencionado en la investigación, lo que provocó una fuerte conmoción en el entorno socialista.
“Resulta que teníamos al zorro en el gallinero”, lamentan desde el partido, en alusión al papel que debía desempeñar Cerdán en la defensa pública del Ejecutivo. Su implicación supuso un revés inesperado para el núcleo duro de Sánchez, que había confiado en su experiencia para liderar la respuesta política ante uno de los escándalos más delicados del actual mandato.
