El investigador, propuesto recientemente para la Medalla de la Autonomía 2025, muere a los 70 años tras una carrera brillante dedicada al estudio de las células madre y la neurogénesis.
El reconocido científico ceutí José Manuel García Verdugo, catedrático de Biología Celular en la Universitat de València y figura destacada en el ámbito de la neurociencia a nivel internacional, falleció en la madrugada del 7 de julio en València a los 70 años. Su pérdida ha causado una profunda conmoción en la comunidad académica y científica, tanto en España como fuera de sus fronteras.
Nacido en Ceuta, García Verdugo había sido recientemente propuesto para recibir la Medalla de la Autonomía 2025, la distinción más alta que concede la Ciudad Autónoma. Su candidatura fue aprobada por el Pleno el pasado 26 de junio, con 15 votos a favor, una única oposición y siete abstenciones. El PSOE ceutí, impulsor de la propuesta, destacó que su “excepcional trayectoria profesional y sus inestimables contribuciones al avance de la ciencia han llevado el nombre de nuestra ciudad a lo más alto del panorama internacional”.
Licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de La Laguna, se doctoró en la Universidad Autónoma de Barcelona con una tesis centrada en la neurogénesis en reptiles. Su vocación investigadora lo llevó a realizar estancias anuales en instituciones de prestigio como la Universidad Rockefeller de Nueva York y la Universidad de California, y a publicar en revistas científicas de máximo impacto como Science, Nature, Neuron, Cell, PNAS o Journal of Neuroscience.
A lo largo de su carrera, dirigió en la Universitat de València un consolidado grupo de investigación enfocado al estudio de las células madre adultas, tanto en animales de experimentación como en humanos. Su trabajo ha sido fundamental para comprender los procesos de regeneración cerebral y la formación de nuevas neuronas en el cerebro adulto.
Su última intervención pública tuvo lugar en enero de 2023 en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España —de la que era miembro correspondiente desde 2006—, donde ofreció una conferencia sobre “Neurogénesis: nuevas neuronas y oligodendrocitos en el cerebro humano en desarrollo y etapa adulta”.
Numerosas instituciones han lamentado su pérdida. El Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) ha recordado su papel esencial en la creación del servicio de microscopía electrónica, y lo ha definido como un “gran investigador y gran persona, muy generoso con su tiempo y su conocimiento”. La Universitat de València, por su parte, ha expresado que su fallecimiento “deja un vacío de calado para la institución académica y para la neurociencia mundial”.
Más allá de sus logros académicos, quienes le conocieron subrayan su faceta como maestro y formador de nuevas generaciones de científicos, a quienes transmitió una visión humanista, rigurosa e integradora de la ciencia. Como subraya la Universitat de València, “la comunidad científica internacional pierde a un investigador excepcional cuya obra seguirá trascendiendo en el conocimiento del cerebro humano”.
