Síntomas graves como amnesia, parálisis respiratoria e incluso la muerte están asociados al consumo de esta sustancia, usada originalmente en productos industriales.
Las autoridades australianas han lanzado una seria advertencia sobre el creciente uso del 1,4-butanodiol, una sustancia industrial que ha escalado alarmantemente en el mercado negro y que ya se ha convertido en la droga ilegal más incautada del país en lo que va de año.
Conocido popularmente como la “droga fantasía”, el 1,4-butanodiol es un solvente químico comúnmente utilizado en la fabricación de plásticos, adhesivos y productos de limpieza. Sin embargo, su conversión dentro del organismo en GHB (ácido gamma-hidroxibutírico), una potente droga depresora del sistema nervioso central, ha hecho que sea cada vez más popular en ambientes recreativos, pese a sus efectos peligrosamente impredecibles.
Los expertos sanitarios advierten que su consumo puede derivar en consecuencias tan graves como amnesia, pérdida de conciencia, paros respiratorios o incluso la muerte. “Es una sustancia altamente tóxica. Una dosis incorrecta, que puede ser mínima, es suficiente para poner en riesgo la vida de una persona”, señaló un portavoz del Ministerio de Salud australiano.
La facilidad con la que puede adquirirse, debido a su uso legal en la industria, y su bajo coste en comparación con otras drogas sintéticas han contribuido a su expansión. En los últimos meses, los servicios de emergencia han reportado un aumento de los casos relacionados con intoxicaciones por esta sustancia, especialmente entre jóvenes.
El gobierno australiano ha intensificado las campañas de concientización y ha reforzado los controles fronterizos para frenar su entrada y distribución. Las autoridades recuerdan que la posesión, distribución o consumo del 1,4-butanodiol con fines recreativos está penado por la ley, y hacen un llamado urgente a la ciudadanía para que evite su uso y denuncie cualquier actividad sospechosa.
