El exvicepresidente del Gobierno considera que la situación política «está llamando» a las urnas, aunque duda que Pedro Sánchez lo permita por la debilidad que reflejan los sondeos.
El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha vuelto a alzar la voz con duras críticas hacia la actual situación política en España. En una entrevista concedida a la cadena Cope, Guerra ha defendido la necesidad de convocar elecciones generales anticipadas como vía de «oxigenación» democrática, aunque se ha mostrado escéptico sobre su viabilidad real, dado que los sondeos no favorecen al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
“La situación está llamando a las urnas”, ha afirmado Guerra, señalando que los escándalos de corrupción que salpican al Ejecutivo no pueden ignorarse. En ese contexto, ha advertido: “En política, las facturas se pagan todas”, en alusión directa a los casos que afectan al exministro José Luis Ábalos y a su exasesor Koldo García. Guerra ha ironizado sobre el relato épico construido en torno al coche del presidente Sánchez, apuntando que “en ese coche épico salían Ábalos, Koldo y Santos Cerdán”.
Si bien ha defendido la presunción de inocencia, ha alertado de que «el aroma general que se respira es muy poco favorable», augurando que será difícil que no haya repercusiones judiciales o políticas. Eso sí, ha marcado distancias con algunas críticas que afectan a entornos familiares del presidente: “Las cosas de las familias no me gustan; enredarse con la mujer, con el hermano, es un poco complicado”.
Pinganillos y lenguas cooficiales
Uno de los puntos que más sarcásticamente ha abordado Guerra ha sido el uso de los pinganillos durante la reciente Conferencia de Presidentes. El veterano dirigente socialista ha calificado como “un poco ridículo” que se utilicen dispositivos de traducción en una reunión donde, según él, “todos hablan en castellano”. Aunque ha reconocido el valor de todas las lenguas del Estado, ha criticado los extremos: “Fue escandaloso que durante la dictadura se persiguiera el catalán o el vasco. Pero ahora se persigue el castellano en Cataluña. Es aberrante”.
No obstante, también ha censurado la actitud de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien abandonó la reunión cuando el lehendakari Imanol Pradales comenzó a hablar en euskera. Guerra tachó la acción de “grave error”: “La política de la silla vacía es un absurdo. Usted tiene que estar donde le han puesto”.
Ley de Amnistía y Tribunal Constitucional
Sobre el borrador de la sentencia del Tribunal Constitucional respecto a la Ley de Amnistía, Guerra se ha mostrado dispuesto a aceptar su constitucionalidad “como demócrata” si así lo dictamina el alto tribunal. Sin embargo, ha subrayado que no renunciará a criticar posibles contradicciones en el fallo: “No se puede decir que no cabe la intencionalidad política y luego justificar la ley por sus beneficios para la convivencia”.
Ha rematado su análisis cuestionando la legitimidad del proceso de elaboración de la ley: “Es una amnistía elaborada por los beneficiarios de la amnistía. Es una bofetada absoluta al derecho”.
Con estas declaraciones, Alfonso Guerra se suma al creciente coro de voces que cuestionan el rumbo del Gobierno y reclaman una vuelta a las urnas, aunque sin confiar en que Pedro Sánchez esté dispuesto a correr ese riesgo en plena tormenta política.
