El acusado ha aceptado la pena de prisión y medidas accesorias tras reconocer los hechos ocurridos la madrugada del 6 de julio
El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta ha condenado a B.H.M. por un delito de agresión sexual y otro leve de lesiones, tras reconocer su autoría en los hechos ocurridos la madrugada del pasado 6 de julio en la zona de las escolleras del Poblado Marinero.
Durante el juicio, el acusado ratificó el acuerdo alcanzado en fase de instrucción, aceptando una condena de 1 año de prisión por agresión sexual, acompañada de un año de libertad vigilada. Además, se le impone la inhabilitación especial para ejercer cualquier actividad, retribuida o no, que implique contacto directo y habitual con menores de dos años.
Entre las medidas accesorias, destaca la prohibición de aproximarse a menos de 100 metros de la víctima, de su domicilio, lugar de trabajo o cualquier espacio en el que ella se encuentre, así como la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio durante un periodo de 3 años.
Suspensión de la pena bajo condiciones estrictas
Aunque se ha dictado una condena de prisión, esta quedará suspendida durante dos años, siempre que el condenado cumpla tres condiciones: no cometer nuevos delitos en ese periodo, respetar la orden de alejamiento y abonar la responsabilidad civil fijada en 2.552,70 euros.
Respecto al delito leve de lesiones, se le impone una multa de 1 mes con cuota diaria de 5 euros, con la advertencia de que el impago derivará en días de privación de libertad.
Relato de los hechos: una agresión en la madrugada
Según consta en la sentencia, los hechos se remontan a la madrugada del 6 de julio. La víctima entabló conversación con el acusado en el entorno del Poblado Marinero. Ambos se dirigieron a la zona de las escolleras, donde el ahora condenado la besó y realizó tocamientos sin su consentimiento, intentando mantener relaciones sexuales con ella.
Cuando la joven intentó escapar, el acusado la sujetó con fuerza del antebrazo izquierdo, aunque finalmente logró zafarse y abandonar el lugar.
A consecuencia de la agresión, la víctima sufrió lesiones físicas y psicológicas, entre ellas una crisis de ansiedad, contusiones y erosiones que tardaron 45 días en curar, con 30 días considerados de perjuicio moderado y 15 días de perjuicio básico.
Investigación policial y actuación judicial
La joven denunció los hechos en la Jefatura Superior de Policía Nacional. Agentes del grupo UFAM (Unidad de Familia y Mujer) de la Brigada Provincial de Policía Judicial llevaron a cabo la investigación, identificando y deteniendo al agresor.
El cumplimiento íntegro de las penas es obligatorio, y cualquier incumplimiento de las medidas impuestas —ya sea la orden de alejamiento, la libertad vigilada o el pago de la indemnización— podría derivar en el ingreso efectivo en prisión.
Un delito grave con consecuencias
El delito de agresión sexual constituye una grave violación de los derechos fundamentales, afectando profundamente a la integridad física y emocional de la víctima. El sistema judicial, con condenas como esta, refuerza su compromiso con la protección de las víctimas, la reparación del daño causado y la prevención de nuevos casos.
