La reciente implantación de plazas de aparcamiento reservadas para mujeres en León ha desatado una nueva polémica. A tan solo una semana de su entrada en vigor, los pictogramas que señalizan estos espacios han sido vandalizados, lo que ha intensificado el debate público y político sobre su legalidad y utilidad.
Desde el Ayuntamiento defienden la iniciativa alegando que estos aparcamientos están estratégicamente situados en zonas con mejor iluminación y más cercanas a las aceras, con la intención de “generar sensación de seguridad” para las usuarias. Sin embargo, la oposición ha criticado duramente la medida, calificándola de “ilegal” y cuestionando su fundamento jurídico y su posible carácter discriminatorio.
La controversia se suma al creciente debate en varias ciudades sobre políticas urbanas con perspectiva de género, especialmente cuando estas se implementan sin un consenso claro o generan divisiones sociales.
