Estados Unidos ha enviado sus cazas furtivos y supersónicos F-22 Raptor a la región para respaldar la defensa aérea de Israel, en medio de crecientes tensiones con Irán. El despliegue se produce en un momento crítico, ya que Washington sospecha que Tel Aviv podría estar quedándose sin misiles del sistema ‘Arrow’, un interceptor de alta altitud desarrollado conjuntamente por la estadounidense Boeing y la israelí IAI.
El sistema Arrow ha sido esencial para interceptar misiles balísticos lanzados por Irán, que han incrementado su uso de este tipo de armamento en los últimos enfrentamientos. La llegada de los F-22, capaces de operar en entornos altamente disputados y de detectar amenazas a gran distancia, refuerza significativamente la capacidad defensiva de Israel, incluyendo la protección de la conocida Cúpula de Hierro.
Esta maniobra forma parte del compromiso estratégico de Estados Unidos con la seguridad de su aliado en Medio Oriente y responde a un escenario cada vez más volátil en la región.
