El equipo dirigido por Flick ha cerrado su preparación para la Liga mostrando un nivel espectacular que ilusiona a la afición y asusta a los rivales. La presión constante y la magia de Lamine son la base de un rendimiento que promete dar mucho que hablar esta temporada. Además, Joan García ha brillado y entusiasma a los seguidores.
Aunque todavía es pretemporada, la nueva versión del Barça que presenta Flick impresiona y sobre todo intimida. No solo por el contundente 5-0 con el que cerraron su último amistoso contra el Como, sino por la intensidad física y la presión agobiante que ejercen sobre sus rivales en cada partido. Este nivel parece fruto de una preparación y un trabajo superior al de sus competidores.
Para este último test antes del arranque oficial, Flick apostó por dos fichajes aún no inscritos, Joan García y Rashford, y dejó en el banquillo a Gavi y Koundé, habituales en la gira. La apuesta le salió a la perfección, especialmente por el rendimiento espectacular de Joan García, que marcó dos golazos y dominó el juego con una presión implacable.
Desde el inicio, el Como intentó hacer daño aprovechando espacios, pero la defensa blaugrana, bien dirigida por Cubarsí y con García seguro bajo palos, neutralizó cualquier intento. El Barcelona demostró estar en una forma física superior a otras pretemporadas, presionando sin descanso y complicando la salida del balón al rival.
La presión alta se convirtió en una auténtica tortura para el equipo italiano, que no pudo frenar la ofensiva catalana. La chispa de Lamine aportó regates y soluciones en ataque que levantaron a la grada, mientras Fermín firmó dos golazos que hicieron vibrar al Camp Nou.
Rashford, aunque menos cómodo jugando de espaldas, deslumbró a campo abierto y asistió a Raphinha para el cuarto gol. El brasileño no baja la guardia en defensa y recuperó un balón clave para que Lamine cerrara la primera parte con un 4-0 contundente.
En la segunda mitad, Flick solo hizo dos cambios, pero el equipo no bajó el ritmo. Koundé y Ferran entraron con ganas, y este último asistió a Lamine para el quinto gol. A pesar del abultado resultado, los italianos buscaron descontar, pero Joan García volvió a demostrar por qué entusiasma a la hinchada con paradas decisivas.
El técnico alemán mostró satisfacción por la labor del grupo y empezó a dar minutos a jugadores como Casadó y Gavi, que salieron a reivindicarse. La competencia por un lugar en el centro del campo blaugrana se presenta feroz. Y aún falta la llegada de Bernal.
