El Gobierno ha desmentido de forma tajante la existencia de una supuesta «UCO patriótica», en referencia a acusaciones que apuntaban a una presunta utilización partidista de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. La ministra portavoz, Pilar Alegría, ha afirmado que «esas malas artes quedaron ligadas a gobiernos del Partido Popular», en alusión a prácticas pasadas denunciadas durante mandatos anteriores.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Alegría defendió la profesionalidad de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, subrayando que el actual Ejecutivo no permitirá manipulaciones con fines partidistas dentro de las instituciones.
En paralelo, Alegría también se refirió al caso de Leire Díez, diputada del PSOE, al ser preguntada por la posibilidad de que esté implicada en alguna irregularidad. «El Partido Socialista será contundente si fuera necesario», declaró la ministra, dejando claro que no se tolerarán conductas inadecuadas dentro de las filas del partido.
Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente tensión política y mediática, en el que el Gobierno busca marcar un claro contraste con prácticas del pasado y reforzar su compromiso con la transparencia y la ética institucional.
