El Partido Popular ha convertido su congreso de este fin de semana en un escenario de críticas frontales al PSOE por los casos de corrupción que lo han salpicado en los últimos años, relegando a un segundo plano los escándalos que marcaron su propia trayectoria.
Durante el evento, el expresidente José María Aznar instó a Alberto Núñez Feijóo a adoptar una postura más firme y a asumir compromisos “explícitos” contra la corrupción, subrayando la necesidad de contundencia frente al adversario político.
Por su parte, Mariano Rajoy reivindicó su gestión durante el escándalo del caso Gürtel, uno de los episodios más graves de corrupción que afectó al PP, presentando su actuación como un ejemplo de responsabilidad institucional. La dirección del partido, sin embargo, evitó cualquier revisión crítica del pasado y optó por centrar su estrategia en atacar al Gobierno actual, en un intento de reposicionar al PP como garante de la ética política.
