Nunca antes unas elecciones provinciales habían generado tanto interés y tensión en la política argentina. Este domingo, los comicios para legisladores provinciales y concejales municipales en la provincia de Buenos Aires se realizan en el peor momento del gobierno de Javier Milei, quien busca una victoria que le permita relanzarse y calmar la rebelión opositora, así como la creciente desconfianza de los mercados financieros.
En caso de derrota a manos del peronismo, el Gobierno libertario enfrentaría un duro golpe que podría acelerar la crisis económica y política, contrarrestando su propio objetivo de “kirchnerismo nunca más”. La provincia de Buenos Aires, que concentra cerca del 40% de la población del país y ha sido históricamente gobernada por el peronismo, se convierte en un escenario decisivo antes de las elecciones nacionales del 26 de octubre, cuando se renovará parte del Congreso.
El gobernador Axel Kicillof decidió “desdoblar” la fecha de votación para imponer autoridad frente a Cristina Kirchner y perfilarse como un posible candidato presidencial del peronismo. Sin embargo, su intento de centrar la campaña en los problemas provinciales fracasó: el debate se centró en cuestiones nacionales. Desde el Gobierno de Milei se promovió su lema “nunca más” dirigido al peronismo, mientras que la oposición puso el foco en la economía y los escándalos de corrupción que involucran a la hermana del presidente, Karina Milei.
Durante su primer año y medio de gestión, Milei gobernó con decretos y vetos, contando con un apoyo parcial de la oposición. Hoy, el escenario es distinto: enfrenta filtraciones de audios en la cúpula del poder, denuncias de corrupción familiar, un Parlamento cada vez más autónomo y una economía en tensión reflejada en el creciente riesgo país.
La campaña también se vio marcada por hechos de violencia, con ataques físicos contra el presidente y su comitiva, mientras que un reconocido periodista comparó la gestión de Milei con el “síndrome de Hubris” que caracterizó a Cristina Kirchner, destacando problemas de ego y relaciones familiares conflictivas que afectan la administración.
A pesar de la crisis, Milei mantiene cierto respaldo gracias a la baja relativa de la inflación, que mejora la percepción de muchos argentinos sobre la estabilidad de los precios cotidianos, aunque los desafíos económicos persisten. La atención ahora se centra en los resultados de este domingo, que podrían definir el rumbo político del país en los próximos meses.