Madrid, 28 de abril de 2025 — Ante el aumento de rumores y teorías que circulan en redes sociales sobre un posible apagón eléctrico a nivel nacional, expertos en energía y ciberseguridad han aclarado que un escenario de ese tipo es «prácticamente imposible» en España gracias a la compleja y robusta estructura de la red eléctrica.
La Red Eléctrica Española (REE), responsable de la operación y transporte de la electricidad en alta tensión, gestiona un sistema altamente compartimentado y descentralizado. «La red está diseñada de tal forma que, ante una eventual avería o incidencia en una zona concreta, se aísla rápidamente el problema para evitar que afecte a otras partes del sistema», explican desde el sector energético.
Según los especialistas, para que se produjera un apagón de carácter nacional sería necesaria la combinación de varios factores excepcionales. «No bastaría con un fallo técnico aislado», advierten. «Sería imprescindible o bien un ciberataque de enorme envergadura que afectara simultáneamente al centro de control de REE, o bien la realización de múltiples ataques físicos coordinados en infraestructuras estratégicas repartidas por todo el territorio nacional».
Este tipo de ciberataque masivo debería superar los sistemas de ciberseguridad más avanzados, ya que REE cuenta con múltiples capas de protección, protocolos de recuperación y redundancias. A ello se suma el hecho de que los sistemas críticos están aislados de redes públicas de internet, lo que limita aún más el riesgo de intrusión externa.
En cuanto a un posible sabotaje físico, los expertos señalan que sería «extremadamente difícil» debido a las estrictas medidas de seguridad que protegen subestaciones, centrales de generación y nodos de transporte eléctrico. Además, la coordinación de ataques sincronizados a gran escala exigiría una capacidad logística y de ejecución que escapa a cualquier amenaza convencional.
Mecanismos de protección y respuesta
España cuenta con protocolos de actuación inmediata ante incidentes en el suministro eléctrico, gestionados conjuntamente por REE, las compañías distribuidoras, y las autoridades de seguridad nacional. Estos protocolos incluyen la detección automática de anomalías, la desconexión segura de áreas afectadas y la activación de planes de contingencia para reestablecer el servicio en el menor tiempo posible.
Además, en caso de ataque cibernético, existe un sistema de comunicación directa entre REE, el Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas (CNPIC) y el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), que permitiría responder rápidamente para contener y mitigar cualquier amenaza.
Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico recuerdan que «España dispone de uno de los sistemas eléctricos más seguros de Europa, con inversiones constantes en ciberseguridad, modernización de infraestructuras y planes de resiliencia ante riesgos emergentes».
Llamamiento a la calma
Las autoridades y expertos hacen un llamamiento a la tranquilidad de la ciudadanía. Reconocen que ningún sistema es absolutamente invulnerable, pero insisten en que la probabilidad de un apagón generalizado en España es remota. En su lugar, subrayan la importancia de basar las preocupaciones en información oficial y contrastada, evitando la difusión de bulos o alarmismos infundados.
«España, como el resto de Europa, está preparada para afrontar escenarios de emergencia en su red eléctrica. La compartimentación y la resiliencia son claves para garantizar la continuidad del servicio incluso en situaciones críticas», concluyen.
