El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha respondido este martes a las críticas del sector más duro de su formación, marcando distancia con el expresidente Mariano Rajoy y adoptando parte del discurso que le exige ese ala del partido. “No soy un chisgarabís”, afirmó tajante, en un intento por reivindicar su liderazgo firme y diferenciarse de la imagen de tibieza que algunos sectores conservadores atribuyen a Rajoy.
En un claro guiño a figuras como Esperanza Aguirre, Feijóo aseguró que el PP debe “dar todas las batallas”, incluidas las culturales, una de las principales exigencias de los sectores más ideologizados del partido. “No podemos renunciar al terreno de las ideas ni permitir que la izquierda imponga su hegemonía cultural”, señaló, alineándose con las voces internas que reclaman una mayor confrontación política y mediática con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Las declaraciones llegan en un momento clave para el partido, en medio de tensiones internas sobre el rumbo ideológico que debe seguir el PP. Con este mensaje, Feijóo busca reforzar su liderazgo y calmar a quienes lo acusan de mantener una posición demasiado moderada ante los desafíos políticos actuales.
