El expresidente del Gobierno Felipe González ha anunciado públicamente que no apoyará al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las próximas elecciones, en protesta por su implicación en la ley de amnistía. En una entrevista concedida este jueves al periodista Carlos Alsina en Onda Cero, González ha calificado la medida como una “vergüenza” y un “acto de corrupción política”.
“Esta autoamnistía es una vergüenza para cualquier demócrata y conmigo nunca contará nadie que haya participado en esta auténtica barrabasada”, declaró tajantemente el exmandatario. Para González, la amnistía no supone un perdón, sino una rendición política: “No es perdonarlos, es pedirles perdón”.
Preguntado directamente sobre si esto significa que no votará al PSOE liderado por Pedro Sánchez, el expresidente fue claro: “Yo voy a votar en blanco”. Explicó que no considera la abstención una opción válida: “La abstención no es la solución. Yo no voy a dejar de votar el resto de mi vida”.
González aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento a los militantes socialistas: “Animo a todos los socialistas a que recuperen un partido respetuoso con la Constitución, la UCO y las instituciones”. Subrayó además que la actual deriva del PSOE no representa el espíritu fundacional del partido ni su compromiso con los principios democráticos.
Sobre el escándalo de corrupción que implica a figuras como Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García, González ha sido especialmente crítico con quienes intentan desvincularlo del Gobierno: “Es completamente ridículo decir que es un problema del partido y no del Ejecutivo. El informe de la UCO se centra en un 99% en decisiones gubernamentales”.
Asimismo, destacó el papel de las fuerzas de seguridad en el esclarecimiento de estos casos: “La inmensa ventaja que tiene en este momento nuestro país es la UCO, la policía judicial”.
González también alertó sobre la fragilidad del actual Ejecutivo: “Mientras más débil sea el Gobierno, más ventajas tienen los socios que no creen en un proyecto de país. Todos están de acuerdo en que dure lo más posible y lo más débil posible un gobierno como el de Pedro Sánchez”.
Por último, al ser interrogado sobre los detalles más escabrosos del caso Koldo, incluyendo el uso de dinero público en actividades con prostitutas, González no escatimó en dureza: “Me parece asqueroso, repugnante. Pero si eso inunda la atención, estamos desviando el foco de los gravísimos problemas que padece el país”.
Las declaraciones del expresidente socialista han generado una fuerte sacudida en el panorama político, evidenciando la creciente fractura interna dentro del PSOE y dejando entrever una profunda crisis de identidad en el partido que lideró durante más de una década.
