El Partido Popular acusa a los socialistas de carecer de legitimidad para impulsar una norma sobre transparencia parlamentaria
El Congreso de los Diputados ha vuelto a chocar con la falta de consenso en su segundo intento por regular las actividades de los lobbies. El Partido Popular se ha desmarcado de la propuesta impulsada por el PSOE, alegando que los socialistas “no están legitimados” para liderar una reforma de transparencia en las relaciones entre diputados y grupos de interés.
La iniciativa, debatida en la Comisión de Reglamento, busca establecer un marco legal que regule la interlocución entre los parlamentarios y los grupos de presión, con el fin de garantizar mayor control y evitar conflictos de intereses. Sin embargo, el rechazo del principal partido de la oposición ha debilitado las opciones de que el proyecto prospere.
Desde el PP se argumenta que el PSOE no tiene credibilidad para encabezar este tipo de reformas y critican que se pretenda abordar una cuestión institucional de gran calado “sin un verdadero consenso político”.
Este nuevo intento de regulación se suma a otros anteriores que también naufragaron por la falta de acuerdo entre los grupos parlamentarios. Organizaciones cívicas y expertos en integridad pública han insistido en la necesidad de una legislación clara que permita conocer qué intereses privados influyen en las decisiones políticas, pero el Congreso sigue sin dar una respuesta definitiva.
La falta de avances refleja el clima de desconfianza entre los partidos mayoritarios y evidencia las dificultades para abordar reformas que requieren altura de miras y voluntad de cooperación.
