La Fiscalía ha solicitado cinco años de prisión para el propietario y el conductor de un autocar implicado en el atropello mortal de cuatro peatones en Cádiz, en un caso que las autoridades califican como una «tragedia anunciada».
Los hechos ocurrieron en una céntrica calle de la ciudad cuando el vehículo, tras perder el control, embistió a un grupo de viandantes. Las investigaciones revelaron que los frenos del autobús habían sido manipulados de forma indebida, lo que comprometió gravemente la seguridad del sistema de frenado. A esto se suma la actitud del conductor, que circulaba de manera distraída en el momento del accidente.
Según la Fiscalía, tanto el dueño del vehículo como el chófer incurrieron en una grave negligencia que derivó en el fatal desenlace. Por ello, se les imputa un delito de homicidio imprudente múltiple, solicitando para ambos una pena de cinco años de prisión.
El Ministerio Público subraya que el mantenimiento del autobús presentaba «deficiencias inaceptables» y que el conductor «incumplió las más básicas normas de atención al volante». La combinación de estos factores, según el escrito de acusación, convirtió al vehículo en una amenaza latente que terminó cobrando la vida de cuatro personas inocentes.
La acusación resalta además que esta tragedia podría haberse evitado si se hubieran cumplido los protocolos mínimos de seguridad y se hubieran realizado las revisiones técnicas correspondientes. El juicio, que ha despertado una fuerte conmoción en la ciudad, está previsto que comience en las próximas semanas.
