Dean Huijsen ya es oficialmente jugador del Real Madrid. Y no un fichaje cualquiera: se ha convertido en el defensa más caro de la historia del club blanco. Una historia de ambición, decisiones tempranas y una llamada que lo cambió todo. La de José Mourinho.
Nacido en Ámsterdam, pero criado futbolísticamente en la Costa del Sol, Huijsen encontró su hogar en Málaga desde que su familia se mudó a Marbella cuando tenía apenas cinco años. «Esta es mi casa. Cuando vuelvo de Inglaterra voy a Málaga, no a otro lado», explicaba en una entrevista reciente con AS. Allí se enamoró del fútbol, del Málaga CF y, sobre todo, de Sergio Ramos, su ídolo. Hoy, con 20 años, se prepara para seguir sus pasos en el mismo club que encumbró al camero.
El camino de Dean ha sido meteórico. Con apenas nueve años, fue reconvertido de delantero a defensa en el Marbella Costa Unida, donde ya destacaba por su madurez y técnica. Su padre Donny, exjugador del AZ y Ajax —y excompañero de leyendas como Seedorf y Kluivert— fue clave en su desarrollo. Le inculcó el ambidextrismo con ejercicios como el ‘crossbar challenge’, siempre con la pierna menos dominante. Una habilidad que hoy lo distingue como uno de los zagueros más completos del mundo.
De la Juve a Roma… y Mourinho
En 2021, cuando el talento de Huijsen ya no pasaba desapercibido, tuvo que tomar su primera gran decisión: fichar por el Real Madrid o por la Juventus. Valdebebas convenció a su familia, pero Turín ofrecía un camino más corto hacia la élite. El tiempo les dio la razón: debutó con Allegri, aunque sin la continuidad deseada.
Fue entonces cuando, en una Navidad que jamás olvidará, sonó el teléfono. Al otro lado, José Mourinho. El portugués lo quería en su Roma. Y Dean no dudó. Aceptó una cesión de cinco meses que catapultó su nombre. Goles, solidez y personalidad. Incluso celebraciones a lo Cristiano Ronaldo, como guiño a sus referentes.
A su regreso a la Juve, llegó una nueva oportunidad: el Bournemouth. En la Premier encontró el trampolín definitivo. Regularidad, impacto inmediato y una viral celebración del ‘chill guy’ que conquistó redes sociales y reforzó su imagen. Pero fue su fútbol el que lo puso en el radar del Madrid, donde finalmente ha desembarcado.
De fan a compañero
Huijsen cumple así su sueño: vestir de blanco. Del niño que imitaba a Ramos en el patio del colegio al joven que recibe su felicitación por fichar por el Madrid. Una historia circular, con un protagonista que eligió España por sentimiento, que creció bajo la influencia de su familia, y que encontró en Mourinho la chispa que encendió su carrera.
Ahora le espera el Santiago Bernabéu. Con mochila cargada de experiencias, piernas ambidiestras, y una madurez impropia de su edad. El Madrid ya tiene nuevo central. Y el futuro, uno de sus pilares.
