Junts y ERC denuncian la parálisis judicial mientras sus líderes siguen pendientes de la aplicación de la ley
Las principales fuerzas independentistas catalanas, Junts per Catalunya y Esquerra Republicana (ERC), han intensificado sus críticas hacia el Tribunal Supremo por el bloqueo en la aplicación de la ley de amnistía, aprobada recientemente en el Congreso. Ambas formaciones consideran que la falta de avances en los tribunales está afectando directamente a sus líderes, quienes siguen inmersos en causas judiciales a pesar de la nueva legislación.
Tanto Junts como ERC llevan meses esperando una resolución que permita cerrar los procesos abiertos contra figuras clave del movimiento independentista, como Carles Puigdemont o Marta Rovira. Desde sus filas, se acusa al Supremo de «obstaculizar políticamente» la aplicación de una norma que, aseguran, fue diseñada precisamente para poner fin a la judicialización del conflicto catalán.
El malestar ha crecido en las últimas semanas, con declaraciones públicas de dirigentes que consideran que el poder judicial está actuando con motivaciones ideológicas y no jurídicas. En ese sentido, desde Junts se ha llegado a advertir que la actitud del alto tribunal «cuestiona la voluntad democrática expresada por el Parlamento».
Por su parte, fuentes del Supremo han defendido su actuación, argumentando que la ley debe ser aplicada con «rigurosidad y garantías», y que cada caso requiere un análisis detallado antes de proceder a su archivo.
Con este nuevo episodio, el proceso de normalización política entre Cataluña y el Estado central vuelve a tensarse, justo cuando el Gobierno central busca estabilidad parlamentaria con el respaldo de las formaciones independentistas.
