Un informe de la Guardia Civil sitúa al presidente al tanto del amaño de primarias y de las mordidas que implican a Ábalos y Santos Cerdán
13 de junio de 2025
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha entregado al Tribunal Supremo un extenso informe de 490 páginas que sacude los cimientos del PSOE y, en particular, la credibilidad del llamado ‘sanchismo’. Según las conclusiones de la investigación, Pedro Sánchez habría estado al tanto de los principales casos de corrupción que afectan a altos cargos del partido, desde las primarias internas de 2014 hasta la destitución de José Luis Ábalos en 2021.
El documento no sólo señala el presunto amaño de aquellas primarias en las que Sánchez se impuso a Eduardo Madina, sino que también sugiere que la salida abrupta de Ábalos, entonces ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, pudo estar motivada por los primeros indicios de cobro de comisiones ilegales por contratos públicos.
Sospechas desde el origen del sanchismo
La investigación se remonta al origen de la carrera política de Sánchez como líder socialista. En una conversación interceptada entre Santos Cerdán —mano derecha del presidente y actual secretario de Organización— y Koldo García, colaborador de Ábalos, se sugiere una manipulación del voto interno durante las primarias de 2014:
“Cuando termine apuntas como que han votado esos dos que te faltan sin que te vea nadie y metes las dos papeletas”, habría dicho Cerdán a García.
Este episodio, hasta ahora desconocido, ha reavivado las tensiones dentro del PSOE, especialmente entre los sectores críticos que apoyaron a Madina y fueron apartados tras la victoria de Sánchez.

La destitución de Ábalos, bajo sospecha
Uno de los puntos más relevantes del informe se refiere a la caída de José Luis Ábalos en julio de 2021. En ese momento, la destitución se presentó como una decisión política interna. No obstante, según el informe de la UCO, el cese podría estar vinculado a los presuntos ingresos ilegales que Ábalos y su entorno habrían percibido por facilitar contratos públicos.
Los agentes apuntan a maniobras realizadas “a espaldas del partido”, con participación de Koldo García, detenido en febrero de 2024 en el marco de la operación Delorme, que investiga una presunta red de comisiones ilegales vinculadas a adjudicaciones públicas durante la pandemia.

Santos Cerdán, el nuevo epicentro
Además de Ábalos, el informe señala directamente a Santos Cerdán, una de las figuras más cercanas al presidente. Las conversaciones grabadas recogen presuntas negociaciones para el reparto de comisiones por valor de 570.000 euros, así como referencias a pagos de hasta 620.000 euros que habrían acabado en manos de Ábalos.
La gravedad del informe ha obligado al propio Pedro Sánchez a pronunciarse. En una comparecencia el jueves, el presidente lamentó su “decepción” con Cerdán, a quien ya ha apartado del núcleo duro del partido. Rechazó, sin embargo, la posibilidad de un adelanto electoral, limitándose a anunciar una auditoría externa y a pedir “perdón” por haber confiado en la “integridad” de su colaborador.
Impacto político inmediato
La reacción de la oposición no se ha hecho esperar. El Partido Popular y otros grupos parlamentarios han exigido la dimisión del presidente y la convocatoria urgente de elecciones. Consideran que el informe de la UCO demuestra que Pedro Sánchez no sólo conocía las irregularidades, sino que las toleró dentro de su círculo más cercano.
Por su parte, los socios parlamentarios del Gobierno guardan silencio mientras analizan el impacto de las revelaciones. La estabilidad del Ejecutivo de coalición queda ahora en entredicho, con un horizonte político incierto y un liderazgo profundamente cuestionado.
El informe de la UCO dibuja un escenario comprometedor para el PSOE y para el presidente del Gobierno. Las investigaciones no sólo ahondan en la supuesta corrupción interna, sino que plantean una cuestión de fondo: ¿hasta qué punto se ha sostenido el proyecto político de Pedro Sánchez sobre prácticas opacas?