El reciente temporal que ha azotado Ceuta ha traído consigo una nueva oleada de algas invasoras que ha afectado gravemente a varias playas de la ciudad, obligando a los operarios de la Consejería de Medio Ambiente, Servicios Urbanos y Vivienda a intensificar sus labores de limpieza.
Las zonas más afectadas han sido las playas del Chorrillo, La Ribera, Benítez, Trampolín y Benzú, donde se han retirado toneladas de estas algas que, en los últimos años, se han convertido en una de las principales preocupaciones medioambientales de la ciudad.
Según informan desde la Consejería, la situación se ha agravado notablemente en los últimos dos años. “Todo comenzó en Benzú, pero se ha ido extendiendo progresivamente a Benítez, La Ribera y Chorrillo. Con el último levante, la acumulación ha sido especialmente intensa en Chorrillo, Ribera, Almadraba y Benítez”, explican. Esta situación no solo incrementa el volumen de trabajo, sino que también requiere una reorganización del personal dedicado al mantenimiento diario de las playas.
Las autoridades recuerdan que esta es una situación natural provocada por los temporales del Estrecho y que su control es extremadamente difícil. “Pocas ciudades de España recogen las algas diariamente como lo hacemos en Ceuta”, destacan, subrayando también la colaboración activa con investigadores especializados en la búsqueda de soluciones a este fenómeno.
Además, la recogida de algas incluye un proceso posterior de tratamiento. “Antes, cuando la cantidad era menor, simplemente se retiraban y se desechaban, pero ahora estamos trabajando en su aprovechamiento mediante compostaje”, explican desde la Consejería. Esta nueva estrategia busca transformar el problema en una oportunidad: utilizar el compost resultante en los jardines urbanos de la ciudad.
“Ya que estamos invirtiendo muchos recursos en la retirada, queremos que ese esfuerzo revierta en un beneficio medioambiental para Ceuta”, concluyen.
