En un giro sorpresivo en el panorama político venezolano, el gobierno de Nicolás Maduro ha decidido rehabilitar al dirigente opositor Henrique Capriles Radonski, permitiéndole participar en las elecciones presidenciales previstas para el próximo mes de mayo, las cuales han sido calificadas como «fake» por amplios sectores nacionales e internacionales.
La medida, anunciada este lunes, ha generado una fuerte polémica dentro de la oposición. El partido Primero Justicia, al que Capriles pertenecía hasta ahora, anunció su expulsión inmediata, acusándolo de «traicionar la unidad y el mandato popular».
«Capriles ha decidido actuar al margen de la estrategia unitaria acordada por las fuerzas democráticas. Esta decisión solo beneficia a la dictadura y atenta contra los esfuerzos de millones de venezolanos que exigen elecciones libres y justas», expresó el partido en un comunicado oficial.
El movimiento se produce en medio de denuncias generalizadas sobre la falta de garantías democráticas en el proceso electoral convocado por el régimen chavista, y tras la inhabilitación de líderes opositores clave como María Corina Machado, quien había sido electa en primarias como candidata unitaria.
Capriles, dos veces candidato presidencial, aún no ha ofrecido declaraciones públicas detalladas tras su rehabilitación, pero fuentes cercanas al exgobernador afirman que estaría considerando formalizar su candidatura en los próximos días.
Analistas políticos advierten que esta maniobra podría dividir aún más a la oposición venezolana, debilitando la presión interna y externa por una transición democrática real en el país.
