Podemos ha vuelto a poner en duda la estrategia política del presidente Pedro Sánchez. La eurodiputada Irene Montero ha asegurado este jueves que la insistencia del Gobierno en presentar unos presupuestos para 2026 responde a una maniobra “de pura precampaña electoral” con el objetivo de justificar un posible adelanto de los comicios.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, Montero comparó el actual escenario con el de 2018, cuando —según ella— el Ejecutivo socialista presentó unas cuentas “para perderlas y echar la culpa a ERC”. “Las peores jugadas se repiten”, afirmó, señalando que la intención ahora sería responsabilizar a otros partidos del bloqueo parlamentario.
La exministra recordó que Sánchez había defendido hace un año que podía gobernar sin presupuestos, por lo que considera “difícil” que intente convencer de lo contrario. Además, reiteró las líneas rojas de Podemos para cualquier negociación: ruptura de relaciones comerciales con Israel y medidas drásticas en vivienda, como la prohibición de compra a no residentes y una reducción legal del 40% en los alquileres.
Críticas por la política exterior y migratoria
Montero acusó al Ejecutivo de “aparentar oposición” a Benjamín Netanyahu mientras aumenta la compra de armas a Israel. A su juicio, España se encuentra en una situación de “complicidad con el genocidio” y debería sumarse a un embargo total de armas.
En el ámbito interno, cargó contra las comunidades del PP que rechazan el reparto de los cerca de 3.000 menores migrantes en Canarias, Ceuta y Melilla. Acusó a los populares de “competir en racismo” con Vox y subrayó que el Estado acogió a 30.000 menores ucranianos sin suscitar polémica: “Si no fueran negros, este debate no existiría”.
La eurodiputada extendió la crítica a Junts, al que acusó de “instalar un marco racista pactado con el PSOE” en el acuerdo sobre competencias migratorias en Cataluña. “Para hacer políticas racistas no van a contar con nosotros”, remarcó.
Alianzas y diferencias en la izquierda
Respecto a la propuesta de una alianza plurinacional de Gabriel Rufián, Montero matizó que ERC ha dejado claro que no la asume como propia, aunque defendió la cooperación con los republicanos y con Bildu, que permitió impulsar leyes como la Trans o la del “solo sí es sí”.
En cambio, ve “muy complejo” un acercamiento a Sumar, a quien acusó de legitimar al Gobierno en su política de rearme y de restar importancia a la corrupción socialista: “En política no estamos para eso”.