Portugal se ha visto gravemente afectado por un apagón masivo que ha dejado sin suministro eléctrico a gran parte del país durante horas. Las consecuencias han sido inmediatas y visibles: caos en el tráfico urbano, interrupciones en el transporte público, largas colas en los cajeros automáticos y el cierre forzoso de numerosos comercios.
Las autoridades lusas han apuntado a España como el posible origen de la crisis energética. Según fuentes del gobierno portugués, la interrupción podría haber comenzado en la red de interconexión eléctrica compartida entre ambos países, lo que habría desencadenado una reacción en cadena que afectó a toda la península ibérica.
“El fallo parece haberse originado en el sistema español, y desde allí se propagó rápidamente a nuestro territorio”, declaró un portavoz del Ministerio de Infraestructuras de Portugal. Aunque todavía no hay confirmación oficial de la causa exacta, los servicios técnicos trabajan en coordinación con sus homólogos españoles para esclarecer lo ocurrido y restablecer completamente el suministro.
Mientras tanto, los ciudadanos portugueses han tenido que afrontar una jornada de incertidumbre y parálisis. Los principales servicios públicos han funcionado a medio gas y muchas actividades económicas se han visto interrumpidas, generando preocupación por el impacto económico que este apagón podría tener si se repite en los próximos días.
