El veterano defensor marcó y lideró la defensa rayada en el empate ante un Inter dominante pero sin puntería. Chivu debutó sin victoria.
Sergio Ramos no volvió para retirarse bajo el sol californiano. Volvió para competir. El capitán de Monterrey reapareció tras casi dos meses fuera por lesión y lo hizo dejando su huella desde el primer momento: gol de cabeza, liderazgo en defensa y una actuación que sostuvo a los Rayados frente a un Inter que mandó, pero no concretó. El empate 1-1 en el debut de ambos en el Mundial de Clubes dejó sensaciones opuestas: resistencia mexicana frente a un dominio italiano sin recompensa.
El conjunto de Cristian Chivu, que se estrenaba oficialmente en el banquillo interista, impuso su ley desde el inicio con un juego agresivo y sostenido, especialmente por el costado izquierdo con Bastoni y Carlos Augusto. Sin embargo, cuando mejor jugaban los italianos, llegó el mazazo: córner ejecutado por Oliver Torres y cabezazo letal de Ramos, que se liberó de Acerbi y superó a Bastoni y Pavard para poner el 1-0 y desatar el rugido de los aficionados mexicanos.
Pese al tanto, el guion no cambió. El Inter siguió dominando, y la defensa de Monterrey, ordenada y valiente, aguantó cada embestida. Hasta que en el minuto 41 llegó el empate: una jugada ensayada culminada por Lautaro Martínez tras una asistencia de Carlos Augusto. Gol de laboratorio y justo premio al control interista, aunque psicológicamente dañino para unos Rayados que habían resistido con entereza.
La segunda mitad mantuvo el mismo tono. El Inter fue dueño de la posesión, pero sus ataques naufragaban en la zaga rayada, con un Sergio Ramos imperial. Luis Henrique debutó en el 58 buscando desequilibrio, pero ni él ni Esposito ni Lautaro lograron vulnerar el muro. Monterrey, por su parte, tuvo un zarpazo con Canales al 64’ que se estrelló en el poste, y poco después un tanto anulado a Lautaro por fuera de juego, provocado una vez más por la astucia del veterano Ramos al adelantar la línea justo a tiempo.
El empate deja todo abierto en el grupo E, liderado por River Plate con tres puntos tras vencer a Urawa Reds. El choque entre River y Monterrey será clave para ambos, mientras que el Inter se jugará su futuro ante los japoneses sabiendo que no hay margen para el error. El Mundial de Clubes no da segundas oportunidades a los que perdonan.
