En un gesto de unidad estratégica sin precedentes en los últimos años, el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, han escenificado una renovada alianza en materia de Defensa y Seguridad.
Durante su encuentro en París, ambos líderes presentaron a sus países como el eje de estabilidad del continente europeo y reafirmaron su compromiso conjunto para hacer frente a las amenazas comunes, especialmente la guerra en Ucrania.
La reunión, que algunos analistas ya califican como una “entente cordiale” del siglo XXI, incluyó un anuncio clave: la Coalición de Voluntarios que ambos países lideran está ya “preparada” para proporcionar un apoyo más directo y coordinado a Ucrania en su defensa frente a la invasión rusa.
Con esta iniciativa, Londres y París refuerzan su papel como referentes en la arquitectura de seguridad del Viejo Continente, en un contexto marcado por la incertidumbre en torno al compromiso estadounidense con Europa y la necesidad urgente de respuestas comunes ante desafíos globales.
