En un momento de alta tensión dentro del Ministerio del Interior, el ministro Fernando Grande-Marlaska ha nombrado a Aina Calvo como nueva secretaria de Estado de Seguridad, el segundo cargo más importante del departamento. El relevo se produce en plena polémica por las actuaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que han generado tensiones tanto dentro del Gobierno como con otras instituciones.
Aina Calvo, exdelegada del Gobierno en Baleares y figura de confianza del PSOE, llega al cargo con un marcado perfil político. Su designación ha sido interpretada como un intento del Ejecutivo por reforzar el control político sobre el Ministerio y templar los ánimos en medio de las críticas que enfrenta Marlaska por su gestión de los cuerpos de seguridad.
Desde el entorno socialista, se espera que la experiencia institucional y la capacidad de interlocución de Calvo sirvan para “calmar las aguas” y reconducir las fricciones internas, especialmente en relación con la UCO, cuyo papel en investigaciones sensibles ha incomodado a algunos sectores del Gobierno.
El nombramiento refuerza la estrategia de Marlaska de rodearse de perfiles afines en puestos clave, mientras se intensifican las presiones tanto desde la oposición como desde dentro del propio Ministerio. Con este movimiento, Interior busca proyectar estabilidad y cohesión en un momento particularmente delicado.
