El presidente del Gobierno prepara una cumbre clave de la Internacional Socialista en Turquía mientras se mantiene alejado de la polémica por la trama de corrupción que salpica a su exasesor.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha optado por intensificar su agenda nacional e internacional como estrategia para sortear el desgaste político provocado por el llamado ‘caso Koldo’, una trama de corrupción vinculada a la contratación irregular de material sanitario durante la pandemia y que afecta directamente a Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos.
En un contexto marcado por la presión mediática y las críticas de la oposición, Sánchez se encuentra estos días inmerso en la preparación de una relevante reunión de la Internacional Socialista en Turquía, donde se espera que refuerce su liderazgo en el ámbito progresista global. Esta cita no solo busca consolidar la imagen del jefe del Ejecutivo como referente internacional, sino también desviar el foco mediático de los escándalos que han salpicado a su entorno político.
Mientras tanto, en el plano nacional, el líder socialista no ha detenido su actividad: ha intensificado su presencia en actos institucionales, reuniones con sectores económicos y encuentros con líderes autonómicos. La estrategia parece clara: mostrar a un presidente centrado en la gestión, alejado del ruido político y comprometido con las reformas y el papel de España en el escenario internacional.
Fuentes del entorno de Moncloa aseguran que Sánchez mantiene «una hoja de ruta firme» y confían en que la combinación de estabilidad institucional y proyección exterior permita amortiguar el impacto del escándalo.
El ‘caso Koldo’, sin embargo, sigue su curso judicial y político, y se perfila como uno de los principales desafíos de imagen para el Ejecutivo en los próximos meses.
