Puigdemont traslada al PSOE desde Suiza las dificultades de su partido para apoyar la medida. El presidente considera la ley como una de las claves del mandato.
El Gobierno de coalición ha intensificado sus esfuerzos para sacar adelante una de sus principales promesas laborales: la reducción de la jornada laboral. Tanto el presidente Pedro Sánchez como la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, han asumido un papel protagonista en la negociación de una norma que consideran estratégica para el avance del país y para el cumplimiento del acuerdo de Gobierno.
Sin embargo, las conversaciones con Junts per Catalunya, formación clave para garantizar la mayoría parlamentaria, se están complicando. Según fuentes conocedoras de los contactos, Carles Puigdemont trasladó recientemente al PSOE en una reunión en Suiza que ve «muy difícil» que su partido pueda apoyar la medida en los términos actuales.
Durante la última reunión del Consejo de Ministros, Sánchez subrayó la importancia de la ley, calificándola como «clave» en la agenda del Ejecutivo y uno de los pilares para modernizar el mercado laboral. La reducción de la jornada sin merma salarial, según el Gobierno, permitiría mejorar la productividad y el bienestar de los trabajadores.
No obstante, la resistencia de Junts pone en riesgo no solo la aprobación de la norma, sino también la estabilidad legislativa del Ejecutivo en esta segunda mitad de la legislatura. Desde Sumar, el partido de Díaz, se muestran confiados en que aún hay margen para el acuerdo, mientras que desde el PSOE reconocen que las próximas semanas serán decisivas.
