El dirigente socialista abandona también su escaño como diputado tras ser implicado en el amaño de primarias y una presunta trama de comisiones ilegales
Redacción | 10 de junio de 2025
Santos Cerdán ha presentado este jueves su dimisión como secretario de Organización del PSOE y ha renunciado también a su acta de diputado. La decisión llega apenas horas después de que se hiciera público un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que le implica directamente en el presunto amaño de las primarias socialistas de 2014 y en la gestión de comisiones irregulares dentro del partido.
La situación ha supuesto un auténtico terremoto interno para el PSOE. El documento de la UCO, remitido al Tribunal Supremo, es demoledor en sus conclusiones y ha obligado al histórico dirigente navarro a dar un paso atrás. Cerdán acudirá a declarar voluntariamente ante el alto tribunal el próximo 25 de junio.
La caída del último superviviente de la vieja guardia
Hasta este jueves, Santos Cerdán era el último dirigente de peso que se mantenía de la remodelación masiva llevada a cabo por Pedro Sánchez en los veranos de 2021 y 2022. Su ascenso comenzó en 2014, pero fue tras el traumático Comité Federal del 1 de octubre de 2016, en el que Sánchez fue defenestrado, cuando el navarro se consolidó como uno de los apoyos clave del actual presidente.
Fue uno de los arquitectos del regreso de Sánchez a la secretaría general del PSOE, gestionando avales y estrategias desde el núcleo duro que operaba en la sede de Marqués de Urquijo. En 2021 fue ratificado como secretario de Organización y en 2024 se mantenía en el cargo a pesar de la creciente presión del llamado «caso Koldo».
Un hombre de partido con legado familiar
Hijo y nieto de socialistas, Cerdán ha sido considerado siempre un hombre “muy de partido”. Ya ejerció como secretario de Organización en Navarra entre 2011 y 2017 y es, además, presidente de la Fundación Pablo Iglesias, uno de los principales think tanks del socialismo español.
Su fidelidad al proyecto de Sánchez fue incuestionable, incluso en momentos de tensión interna, como los roces con Adriana Lastra, que acabaron con la dimisión de ésta en 2022.
El caso Koldo y el principio del fin
La verdadera grieta en la estructura socialista se abrió con el estallido del caso Koldo, una trama de presuntas mordidas que salpicó al exministro José Luis Ábalos y que tiene su origen en la llegada a Madrid de Koldo García, escoltado política y orgánicamente por el propio Santos Cerdán.
El PSOE conocía desde 2017 la poca idoneidad de García, según informes internos y advertencias de altos cargos policiales como el comisario José Luis Gago. La entonces líder del PSN, María Chivite, fue alertada del riesgo que suponía la presencia de García, pero fue Cerdán quien facilitó su entrada en el círculo de Ábalos como chófer, y más tarde como asistente personal.
La relación entre Cerdán y García, su papel en la promoción del exasesor, y ahora los datos revelados por la UCO, han precipitado una dimisión que para muchos llega tarde. El PSOE queda así sumido en una nueva crisis, con una dirección herida y presionado por voces internas que exigen «contundencia» ante cualquier sombra de corrupción.
