El presidente Donald Trump ha anunciado este martes un ambicioso plan de defensa nacional que contempla una inversión inicial de 25.000 millones de dólares para poner en marcha la construcción de la llamada “Cúpula Dorada”, un sistema de defensa antimisiles de última generación diseñado para proteger a Estados Unidos de amenazas balísticas intercontinentales.
Inspirado en la Cúpula de Hierro israelí, el proyecto estadounidense irá más allá de su homólogo al incluir una constelación de satélites y plataformas interceptores en el espacio, capaces de detectar y neutralizar misiles enemigos antes de que ingresen al territorio nacional. Según Trump, esta red espacial funcionará como un «escudo invisible pero impenetrable» y representa «el mayor avance en defensa estratégica desde la Guerra Fría».
Durante su anuncio, Trump aseguró que el sistema estará “completamente operativo” antes de que finalice su mandato en enero de 2027, en caso de ser reelegido. “Ninguna nación en el mundo volverá a amenazar a Estados Unidos con misiles. La Cúpula Dorada garantizará nuestra seguridad desde el espacio”, declaró el exmandatario ante un grupo de simpatizantes en Florida.
El plan contempla una estrecha colaboración con contratistas del sector aeroespacial y tecnológico, así como con aliados estratégicos. Sin embargo, expertos en defensa advierten sobre los altos costes y los desafíos técnicos que implicaría desplegar una red funcional de defensa orbital en un plazo tan corto.
Mientras tanto, miembros del Congreso han pedido una evaluación detallada del impacto presupuestario y geopolítico del proyecto, señalando que podría escalar las tensiones internacionales y reactivar una carrera armamentística en el espacio.
